Dr. Mizuno, un neurólogo del Hospital Universitario de Jounan que examinó a Aya, le dijo a la madre de Aya, Shioka, que se pensaba que su enfermedad era una degeneración espinocerebelosa. Esta enfermedad hace que el cerebelo se atrofie por alguna razón y las células nerviosas del cerebelo se descomponen, lo que le dificulta cada vez más mover el cuerpo.