Aya tiene una disartria progresiva que le dificulta pronunciar palabras con fluidez. Mizuno, el médico a cargo de Aya, les dice a Shioka y Mizuo que será difícil para Aya continuar sus estudios superiores o encontrar un trabajo después de graduarse de la escuela para discapacitados, y les aconseja que trabajen en su rehabilitación en casa.